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26 de marzo de 2013

La Pascua judía se celebra 400 años después en Galicia



SOCIEDAD | 34 comensales en la antigua sinagoga de Ribadavia

La Pascua judía se celebra 400 años después en Galicia

Cena de celebración de la Pascua judía en el municipio orensano de Ribadavia. | Reportaje fotográfico: Román Nóvoa
Cena de celebración de la Pascua judía en el municipio orensano de Ribadavia. | Reportaje fotográfico: Román Nóvoa
  • Se reúnen familias de varios puntos de España, Israel y Estados Unidos
  • Conmemoran el éxodo de Egipto o el paso de la esclavitud a la libertad
Ribadavia, corazón judío de Galicia, celebra 400 años después el Seder, la Pascua judía. Abraham Haim, un médico sefardí, fue el anfitrión de una ceremonia recuperada y que ha congregado a 34 comensales en la antigua sinagoga de la villa. Y es que en la Pascua, que significa orden porque hay orden de rito ordenado, se conmemora el éxodo del pueblo de Israel de Egipto o lo que es lo mismo, el paso de la esclavitud a la libertad.
La celebración tuvo lugar en la antigua sinagoga de Ribadavia (Ourense)
A la mesa ubicada en la antigua sinagoga llegaron familias con raíces judías de distintos puntos de España, Israel e incluso una familia de judíos neoyorquinoscon 11 miembros. Todos estaban emocionados con el reencuentro y todos respondían a la llamada del Salmo 133 que recitó Abraham Haim al comienzo de la celebración:"Mirad cuán bueno y hermoso es convivir los hermanos juntos en armonía".
La exactitud en la práctica de la norma fue observada por el hebreo, Abraham, quién se aseguró de que se cumpliese con el rito a la hora de la preparación del menú calificado de "neutral" y que consistió en sopa de siete verdurasmerluza braseada en cama de ensalada de berenjena y como postre una macedonia de frutas.
Además cada uno de los comensales varones, incluidos los niños, llevaban sobre la cabeza la kipá, parte integrante del rito y que significa cúpula. Como el festejo era solemne el color del kipá fue blanco "por ser el más ceremonial". También sobre las mesas velas blancas encendidas y flores blancas.
[foto de la noticia]
Antes de comenzar a degustar los alimentos y participar de la fiesta. Fue el turno para la lectura de fragmentos de la Torah y del Pentateuco, todos ellos relacionados con el éxodo de Egipto y salmos alabando a Dios por la redención del pueblo de Israel. Y es aunque la tierra prometida para los judíos es Israel, muchos de ellos tenían la sensación de volver a casa. No se resignan a que la huella judía sea parte del pasado y afirmanla relación especial entre España y los judíos.
Precisamente uno de los asistentes, Patrick Gerassi, descendiente de sefardíes, periodista jubilado de la BBC y residente en Vigo confesó a ELMUNDO.es sentirse emocionado con el reencuentro. Su padre, que vivió en Turquía, era hijo de judíos españoles y a modo de confesión recordaba: "A mis abuelos les llamaba abuelito y abuelita en español a pesar de estar en Turquía". También mantiene en la memoria instantes en los que veía a su abuelo rezar inclinándose levemente hacia Jerusalen. No obstante reconoce que no fue educado en el judaísmo pero que busca esa identidad y le gusta participar de las ceremonias y ritos para perfilar su identidad cultural.
Los judíos participantes reivindican la relación 'especial entre España e Israel'
En la misma línea Abraham Haim, también aprovechó su conversación con ELMUNDO.es, para reivindicarsus raíces españolas a pesar de no tenerlas localizadas en un punto concreto de la geografía. Abraham recuerda, con especial satisfacción,la primera visita de los Reyes a Israel hace 20 años. El médico acompañó al Jefe del Estado en su visita en la ciudad de Jerusalen y con satisfacción advierte de que "tuve el honor de ser recibido por Su Majestad en el Palacio de la Zarzuela".
Los participantes en la Pascua entienden que los judíos y los españoles tienen que recuperar recelos anacrónicos. La relación "especial" merece un ejercicio de presente y las celebración de ceremonias no "son otra cosa que una manifestación de lo que dice el Salmo, convivir y confraternizar entre hermanos".

27 de octubre de 2012

La herencia de los supervivientes



Unos 4 000 supervivientes del Holocausto tienen todavía tatuado en su brazo izquierdo los números con los que los nazis los marcaron en los campos de concentración. Muchos de sus nietos están tatuándose la misma cifra en su propia piel porque contemplan como los testigos vivos del Holocausto van falleciendo y sienten la responsabilidad de mantener viva su memoria, de dar vida eterna a los supervivientes.
Ayal Guelles tiene los mismos ojos que su abuelo Abramo Najson, y el mismo número, A-15510, tatuado en el brazo. La marca del paso por Auschwitz. "Es un símbolo de mi fuerte conexión con mi abuelo, su herencia. Pero también tiene otro significado más abstracto: una denuncia de cómo convertimos a las personas en objetos", explica este joven de Tel Aviv de 28 años, a la prensa internacional.
Guelles relata estaba de viaje en Argentina cuando decidió tatuarse. "Llevaba pensándolo mucho tiempo pero, un día, vi como marcaban una vaca y decidí no esperar más", recuerda. "De vuelta en Israel, se lo enseñé a mi abuelo, y no le gustó nada. Le hice sufrir, lloró incluso, es lo último que quería ver en su vida, quisiera que sus nietos fueran ajenos a la maldad intrínseca que representa ese tatuaje. Pero después ha entendido que es mi forma de impedir que se olvide su historia y ha llegado a decirme que está orgulloso de mí".
Esta decisión se está extendiendo entre los jóvenes judíos de la tercera generación después del Holocausto. Han encontrado la manera de perpetuar la memoria tomando así el testigo de los supervivientes, manteniéndolos vivos en un tatuaje que esperan un día, incluso, traspasar a sus descendientes. Eli Sagir, de 21 años, pidió permiso a su abuelo, Joseph Diamant, para copiar su número, el 157622. Su madre, hermano, tío y primo también han terminado tatuándose la cifra. "Cuando se lo mostré, mi abuelo lloró y me besó el brazo. Me preguntó por qué lo había hecho. Le dije que, cuando tenga hijos, me preguntarán qué es y yo les contaré. Y así ganaremos tiempo, prolongaremos tu memoria". Su abuelo murió hace año y medio. La marca permanente en su brazo
Los testimonios de estos jóvenes israelíes han llegado a Alemania a través de los medios de comunicación y han conmovido a la comunidad judía. Aquí apenas viven supervivientes o sus familiares, la mayoría de estos judíos llegó al país después de la II Guerra Mundial, pero aún así, hay algunos dispuestos a tatuarse un número. Dana Leavi, que tiene 22 años y estudia Medicina en Berlín, ha acudido al Centro de Documentación Judía con el objetivo de encontrar un número que corresponda una víctima de las cámaras de gas nazis y a cuyos descendientes vivos pueda pedir permiso para tatuarse su número. "Considero que es algo muy personal, el número de un familiar, y necesito el permiso de sus descendientes. Pero si me lo otorgan, no lo dudaré, me tatuaré el número en el brazo y así mi persona quedará para siempre ligada a la historia del Holocausto, seré memoria viva", explica.
Dana Doron y Uriel Sinai, autores del proyecto "Numbered" (Numerados), en el que han fotografiado y grabado a supervivientes hablando de su relación con el número, consideran que este fenómeno está desembocando en una nueva rencarnación de los testigos. "Para algunos es una forma de expresar ira, para otros una garantía de que nunca olvidarán y, para algunos, es un modo de establecer un fuerte lazo emocional con su pasado o de tratar de dar sentido a una historia horrible", explica la directora. "Un superviviente nos contó cómo su nieto, de 16 años, le ha pedido extirpar el trozo de piel que tiene el número cuando su abuelo fallezca", explica Sinaí. Lo que a principios de los años 50 se vivía todavía como una vergüenza, el número que acreditaba la internación en un campo nazi, es hoy motivo de orgullo.

26 de octubre de 2012

La Increíble Hazaña de Felix Baumgartner


La Increíble Hazaña de Felix Baumgartner
Lecciones que podemos aprender de un hombre que rompió la barrera del sonido.
por Sara Debbie Gutfreund
El 14 de octubre de 2012, Feliz Baumgartner se elevó en un globo de helio hasta una altitud de casi 40.000 metros y, utilizando un traje espacial altamente sofisticado, rompió el récord mundial al saltar y alcanzar una velocidad máxima de 1.342 km/h, o Mach 1,24.
"Créeme", dijo Felix después del salto, "cuando estás allí arriba y ves el mundo, te sientes tan humilde. Ya no se trata de romper récords. Ya no se trata de información científica. Lo único que importa es volver a casa".
Mientras millones miraban al osado saltador salir de su cápsula y mirar hacia la tierra, el proyecto Red Bull Stratos se hizo realidad. Llevó cinco años de preparaciones para esta misión, y el proyecto involucró a más de 300 personas, incluyendo setenta ingenieros, científicos y médicos.
Felix tenía que estar en posición "aerodinámica" para poder romper la barrera del sonido; durante toda la caída libre tuvo que estabilizar constantemente su cuerpo y colocar la cabeza hacia abajo. Esto le demandó tanta concentración que dijo que ni siquiera percibió el boom sónico cuando rompió la barrera del sonido.
¿Qué podemos aprender de todo esto?
El primer mensaje que capté es la increíble capacidad de planeamiento de la que somos capaces cuando estamos enfocados en un objetivo. El tiempo, el dinero y el trabajo en equipo no conocen límites. El equipo de Felix involucró expertos de una amplia variedad de campos, desde medicina hasta meteorología o sicología. Pero el miembro más increíble de todos fue Joe Kittinger, de 84 años, poseedor del récord anterior y coronel retirado de la Fuerza Aérea. Fue su tranquilizadora voz desde el puesto de control de la misión lo que guió a Felix durante el ascenso a la estratósfera. En lugar de querer que su récord permaneciera vigente, Kittinger se convirtió en parte integral del proyecto, en un inspirador mentor de la generación siguiente. Pasó la antorcha, deseando que la humanidad llegara más lejos de lo que él pudo llegar.
Vemos lo que un equipo puede lograr cuando cada miembro está enfocado en el objetivo en lugar de su ego. Ver la expresión de alegría en la cara de Kittinger cuando Felix aterrizó fue hermoso. Me encantaría poder ser tan desinteresada al ver el éxito de los demás.
Y hay otra lección que aprendo de esto. Durante la última década el movimiento de sicología positiva ha estado diciéndonos que la práctica y la perseverancia son más importantes que el talento y la fortaleza. Hay un rasgo denominado "agallas" que se define como "la pasión de una persona por un objetivo particular a largo plazo, junto a una poderosa motivación para lograrlo”. Es claro que Baumgartner tiene 'agallas', como es evidenciado por los años de entrenamiento y concentración en romper récords mundiales de salto. Pero las agallas son más que eso, involucran también la capacidad para continuar, para levantarse siempre, sin importar cuántas veces uno caiga; deshacerse del fastidio y la frustración y decidir continuar perseverando a pesar de los miles de obstáculos que pueden aparecer y que siempre aparecen.
Por ejemplo, durante el entrenamiento para esta misión Felix descubrió que, a pesar de no temerle a las alturas, tuvo que enfrentar un nuevo e inesperado miedo en su pequeña cápsula: la claustrofobia. Le temía tanto al pequeño y apretado habitáculo de la cápsula que en el año 2010 dejó los Estados Unidos y casi renuncia definitivamente. Pero finalmente no lo hizo. Y luego, durante la segunda hora del ascenso, su visor se empañó y continuó así hasta que saltó en el espacio. A pesar del incomprensible terror, Felix no renunció activando el paracaídas de desaceleración, que lo hubiera frenado y hubiera evitado que rompiera la barrera del sonido.
Cuando el camino no siempre es claro, cuando tenemos miedo y nos sentimos completamente perdidos, hay una manera de seguir hacia adelante. Dios hace que esta capacidad sea innata en nosotros, la capacidad de poder saltar incluso cuando nuestros visores están borrosos, de permanecer enfocados, incluso cuando sentimos miedo, para poder dar ese último paso hacia nuestro objetivo.
Una vez fui con mis hijas al SkyCoaster en Superland, Israel. Eran 50 metros en el aire y cuando teníamos que soltar el seguro para que comenzara la caída libre, dos pensamientos pasaron por mi mente. No había forma de bajar salvo caer, y segundo, no hay nada más atemorizante que la absoluta pérdida del control. Para Felix era un poco diferente (además de la diferencia de unos 39.950 metros) porque tenía que estar todo el tiempo trabajando en estabilizar su cuerpo para que fuera aerodinámico. Nosotros lo único que hacíamos era sentir la caída libre, pero hay algo que tiene el volar directamente hacia el suelo que es inherentemente aleccionador: la sensación de libertad es emocionante, y la vulnerabilidad aterrorizante.
También descubrí en esa corta caída libre que nadie asciende o desciende tales alturas sin rezar. Hasta los más atrevidos rezan. Eso es lo que estaba haciendo Felix en su ascenso a la estratósfera.
Pero creo que la lección más poderosa son las agudas palabras del propio Felix después del salto. "Lo único que importa es volver a casa". Más fuerte que nuestra necesidad de saltar, más poderoso que nuestro deseo de volar, es nuestra conexión inherente con lo más preciado de la vida. Todos queremos volver a casa, conectarnos con nuestros seres queridos y con Dios, que nos da el coraje para saltar más allá del límite de nuestros miedos.
Enfócate en el objetivo, continúa entrenando, salta incluso cuando tus visores estén empañados. Reza por fortaleza. Reza por coraje. Y reza para que Dios te traiga de vuelta a casa.

Lej Leja


Por. Adaptación de Gabriel Guiber

 

בס"ד


EL VALOR SIN VALOR


Apenas tres semanas pasaron desde Simjat Tora, donde, bailando con el SeferTora, cantábamos (en Hebreo“es mejor para mí la Tora en mi boca, que todos los miles en oro y plata”. Esta canción también solemos cantarla cuando festejamos al finalizar el estudio de un tratado del Talmud. A veces, nos parece que la canción se escucha desde lejos, pero otras veces, su contenido nos acompaña por un largo tiempo. La pregunta es: ¿esa voz llega hasta nuestro corazón?, ¿creemos en verdad que el oro y la plata no valen nada comparados con el valor incalculable de la Tora? Y aunque afirmemos que creemos firmemente en esta aseveración, esto es solamente en teoría, podemos asegurar que si se nos presenta la elección siempre sabremos que la Tora está primero, pero todavía es imposible pensar qué puede ocurrir en un momento de “presión”, cuando la situación sea real, cuando tengamos delante la necesidad de elegir, ¿qué haremos?... Primero, pidamos a Hakadosh BarujHu que no nos ponga a prueba...
Lo más peligroso es elegir en un momento que está en juego la riqueza y los honores, en la elección entre el valor espiritual y el valor material, ¿podremos seguir cantando que preferimos la Tora antes que todo el oro del mundo?, aunque la prueba siempre será con mucho menos que eso…
En la perashat Lej Leja, dice el rab hagaon IaacovNoiman ztz”l, en su libro sobre la Tora DarjeMusar, estudiamos sobre dos personas que estuvieron frente a una prueba muy difícil. Tenían que elegir, o enriquecerse a cuenta de una pérdida espiritual, o resignar a la riqueza y ganar en espiritualidad. Como veremos, cada uno de ellos eligió un camino distinto, y las consecuencias no tardaron en llegar.
Desde luego que hablamos de Abraham y Lot, que tuvieron la misma prueba, en dos situaciones diferentes. Veamos primero la prueba que tuvo Lot. Abraham y Lot llegan a un punto en el que Abraham le dice a su sobrino: debemos separarnos. En ese momento, Lot levanta la vista y ve las praderas delIarden, muy verdes y bien regadas por las aguas…, y Lot elige las praderas del Iarden, y viaja hacia allá y se separan. Su primer gran problema es el separarse de su tío, Abraham, la fuente de su espiritualidad, de quien él aprendió todo. Puede ser que la necesidad de la separación haya surgido de Abraham, pero no escuchamos que en ningún momento Lot se haya opuesto a esa separación.
¿Cuál fue, sin embargo, la respuesta de Lot a la propuesta de Abraham, que debían separarse? Lot ve las praderas del Iarden, una zona floreciente en riquezas, Sedom, un lugar donde tendrá asegurada su situación económica. Esta es la prueba y aquí cayó Lot. Se va a vivir entre la gente de Sedom, que son “muy malvados y pecadores para Hashem”. Jazaldicen sobre Lot palabras terminantes: se fue del mejor lugar del mundo, y se alejó, él mismo, sin que nadie lo obligue, como diciendo no puedo estar ni con Abraham ni con Hashem!!!
Pregunta el Saba Mikelem: ¿cómo pusieron Jazalpalabras tan fuertes en la boca de Lot?, ¿acaso hay algo en los versículos que me indiquen que Lot pudo decir semejante cosa? El Saba contesta que las palabras vienen por sí solas: si Lot está dispuesto a resignar vivir cerca de un hombre santo como Abraham por el simple deseo de riquezas, es porque se convirtió en un renegado de HakadoshBaruj Hu! La desconexión entre Lot y Abraham es el gran testigo que me afirma que a Lot ya no le interesan ni Abraham ni Hashem
Y continuando, veremos cuantos cambios sucedieron en la vida de Lot y su familia a partir de la decisión de Lot. Lot tuvo el gran mérito de vivir junto al hombre más grande de la generación, que le daba una garantía de vida plena, con una elevación espiritual permanente. Con Abraham a su lado, recibía las bases de la fe, y aprendía lo que significaba hacer favores a las personas, como atender a los pasajeros que se convertían en invitados de honor. Y en cualquier situación, tenía la posibilidad de aconsejarse con su tío, que le enseñaba siempre los caminos de la vida. Esto también le aseguraba la espiritualidad futura de sus hijos, estando todos a la sombra de semejante árbol. Y cuando se le presenta la primera posibilidad de enriquecerse en las praderas del Iarden, él mismo se escapa para vivir allí. Aunque estando al lado de Abraham también sería un hombre rico.
Y aunque sabe que la gente de Sedom es gente malvada y pecadora, eso no le importa, no le importa quién será su vecino ni quién jugará con sus hijos. Está pensando en los miles y miles en oro y plata que podrá conseguir allí, que son mucho más importantes que la Tora en su boca…
Estudiamos en la Mishna del tratado de Avot: dijo rabiIosi ben Kisma, una vez que estaba viajando por el camino, me encontré con un hombre (el rab JaimMivoloshin ztz”l decía que ese hombre era EliahuHanavi, que se le presentó para ponerlo a prueba), que me saludó diciéndome Shalom y yo contesté su agradable saludo. El me preguntó: Rabi, ¿de dónde vienes?
-Vengo de una gran ciudad de sabios y eruditos en Tora, le contesté.
-Rabi, agregó, ¿te gustaría venir a vivir con nosotros, en nuestra ciudad? Si tu respuesta es afirmativa, yo te daré millones de monedas (dinares) de oro, piedras preciosas y diamantes.
-Aunque me des todo el oro y plata, piedras preciosas y diamantes del mundo, solamente podría vivir en un lugar de Tora. Ya que así escribió David Hamelej, en elSefer Tehilim: es mejor la Tora en mi boca que todos los miles en oro y plata. Y no sólo eso, sino que en el momento en que la persona se separa de este mundo no la acompañan ni el oro, ni la plata, ni piedras preciosas ni diamantes, sino únicamente la Tora que estudió y sus buenas acciones (Avot, cap. 6).
Y esta fue la base del error de Lot. Está prohibido para Lot hacer cálculos y proyectos en base a los miles y millones que lo esperaban en Sedom, tenía que haber afirmado y gritado: no puedo vivir sino en un lugar con Tora!. Cuando Abraham mencionó la necesidad de la separación, Lot tenía que haber tratado de convencer a su tío de no hacerlo, buscando caminos alternativos para solucionar el problema que tenían entre ellos, sus pastores y sus rebaños. Debería haber buscado, a cualquier precio, evitar la separación. Y si finalmente resultó que la separación sería inevitable, Lot debía haber pensado en el futuro espiritual renunciando al deseo de enriquecerse, y no establecerse en Sedom.
Y como ya dijimos, las consecuencias no tardaron en hacerse ver. Se desencadena una terrible guerra entre cuatro reyes contra otros cinco, y la ciudad de Sedomresulta tomada por uno de los bandos. Los proyectos de enriquecimiento de Lot no se concretan, ya que lo capturan y lo ponen en prisión. Entonces, el establecerse en Sedom, no solamente que no le proporcionó las ganancias y riquezas esperadas, sino que le provocó la pérdida de todo lo que ya había conseguido adquirir con anterioridad!!!
¿Y quién corre a sacarlo de la prisión? Su tío, Abraham, del cual Lot había dicho que no existía para él la posibilidad de convivir con su tío. Sepamos, muchos pensamientos, cantidades de cálculos y proyectos tenemos en el corazón, pero solamente la palabra de Hakadosh Baruj Hu es la que gobierna y decide...
Podemos aprender algo muy importante, y lo debemos saber y recordar, nuestra vida tiene la obligación de estar dirigida y enseñada según el criterio de la Tora. Por eso, también cuando parece que elegir una vida de riqueza es más simple y placentero, hay que entender que la Tora y los preceptos valen mucho más, que están en una escala separada y mucho más elevada. Y cada vez que se presente el choque entre la riqueza y la vida de Tora, estamos obligados a empujar a la Tora hacia adelante y resignar (con decisión firme) a las riquezas. Entonces, cuando se presente la pregunta, cuando debamos saber dónde vivir, o con Tora, o con riquezas, debemos conducirnos como rabi Iosi ben Kisma.
Y podemos afirmar que Abraham Avinu tuvo una prueba parecida. Cuando termina la guerra, el rey desedom le dice a Abraham: Dame a mí las almas, que la gente se quede conmigo, y vos llevate todos los bienes. El rey le ofrece a Abraham Avinu que se lleve todos los bienes de los pueblos que han sido sometidos, cuando en verdad, por cuanto que él ganó la guerra, no hace falta que nadie se lo ofrezca, ya son de su propiedad. Pero Abraham ve que la gente se puede confundir, casi una profanación del Nombre deHashem, pensar que el rey de Sedom enriquece a Abraham y no Hakadosh Baruj Hu, como es en realidad.
Por eso, si vemos algo que quiere torcer la línea de pensamiento de la Tora, no importa cuánto haya de por medio, primero está la Tora! Y sepamos que con esta forma de actuar, nunca vamos a perder, el pago por mantenernos firme ante una prueba semejente es enorme, mucha bendición y riqueza en este mundo y elpremio mayor para el Olam Haba.

Emuna, saber que somos nada


Por. Rav Salomón Michan

 

Emuná:

Lo primero que debemos saber:

La Torá empieza diciéndonos lo siguiente: “Bereshit, Bará Elokim Et Hashamaim Veet Haaretz” – “En el principio, creó Hashem el cielo y la tierra”.
Explican los Jajamim, que “en el principio”, es decir, lo primero que un Yehudí debe saber, es que Hashem creó el cielo y la tierra.
Que existe un conductor en este mundo y no hay nada ni nadie, que pueda impedirlo ni frenarlo.[1]
Escuché de un Rab la definición de Emuná: “Saber que todos nosotros somos NADA a lo que Hashem hace con nosotros”.

Todo lo hace Hashem:

Cuentan que una vez, fue un alumno con su Rab Moshe MiKobrin, para desahogarse y contarle todas sus penas y problemas que tiene en su vida.
En ese momento, el Rab tomó un vaso con agua, dijo la Berajá “Sheakol Nihiya Bidbaró” – “Que todo fue creado con su nombre” y se tomó el agua.
Le dijo el Rab al alumno: Veo que no has llegado a la categoría de tu padre; ya que en una ocasión, tu padre vino conmigo igual para contarme todos sus problemas y sufrimientos que tenía; e hice lo mismo que estoy haciendo ahora: dije la Berajá de Sheakol, que quiere decir que Hashem hace todo en el mundo. Y al escuchar eso, tu padre se retiro. Le pregunté a tu padre: ¿Por qué te vas? Todavía ni hablamos.
Me contestó tu padre, que al escuchar “Sheakol Nihiya Bidbaró” – “Que todo fue creado con su nombre”, cualquier Yehudí se debe quedar tranquilo, ya que todo lo manda Hashem y es para bien.[2]
Incluso el sustento viene de Hashem:

Cuentan de uno de los alumnos de Rab Elihau Lopian, que tomó la decisión de dejar la Yeshibá donde estaba estudiando, ya que quería estudiar una carrera.
Le preguntó Rab Elihau Lopian: ¿por qué quieres dejar la Yeshibá?, a lo que el alumno le explicó que quería estudiar una carrera. Le preguntó el Rab: “¿Cómo sabes que triunfarás en los estudios de la carrera? Le contestó el alumno: “Hashem me ayudará”. Le preguntó el Rab: ¿Y cómo sabes que al acabar tus estudios encontrarás trabajo? Le contestó el alumno: “Hashem me ayudará”. Le siguió preguntando el Rab: ¿Para qué quieres el trabajo? Le contestó el alumno, para poder casarse y tener una entrada de dinero para mantener su casa. Le preguntó el Rab: ¿Y cómo sabes que te casarás? El alumno le contestó: “Hashem me ayudará”. Le dijo el Rab: ¿Para qué quieres tanto dinero? ¡Con un trabajo más sencillo podrás alimentar a tu esposa! Le dijo el alumno, que quería tener hijos y el gasto era mayor. Le dijo el Rab: ¿Y cómo sabes que tendrás hijos? El alumno le volvió a contestar: “Hashem me ayudará”.
Terminó el Rab diciéndole: Fíjate cuántas veces confiaste en Hashem: Te va a ir bien en la carrera, vas a encontrar trabajo, te casarás y tendrás hijos. Tú estás seguro que Hashem te va a dar todo esto y no crees que si te quedas en la Yeshibá te va a mantener.[3]

Libros de pruebas de la existencia de Hashem:

La fe en Hashem, debe ser algo natural y no debe ser algo que se tenga que estudiar o meditar, sino algo normal y común.
Vamos a explicarlo con una historia que pasó hace varios años.
El hijo del Jafetz Jaim, Rab Leib, acostumbraba cuando era joven, a leer libros de creencia en Hashem y libros con pruebas que Hashem existe. Uno de esos libros, era el More Nebujim (la guía para los confundidos) del Rambam, que habla sobre la creencia y pruebas que Hashem existe. Cuando el Jafetz Jaim se enteró que su hijo estudiaba esos libros, no lo permitió y se los quitó. Rab Leib, el hijo del Jafetz Jaim, le contestó: si el Rambam fue mucho más grande que yo, y él mismo escribió un libro de pruebas que Hashem existe ¿por qué no puedo leer ese libro? Incluso es sabido, que Abraham Abinu, llegó a la creencia en Hashem por medio de pruebas y demostraciones que Hashem existe.
Le contestó el Jafetz Jaim: Quien busca pruebas en libros para demostrar que Hashem existe, seguramente tiene dudas en la existencia en Hashem. Y no debemos pensar que el Rambam tenía dudas que Hashem existe, sino él escribió su libro para la gente que realmente está confundido.
VER SANEDRIN 90. LO QUE DICE RABI AKIBA, A CERCA DE QUIEN LEE ESOS LIBROS…. ESCRIBIR MUSAR DE ESO! ¿QUIEN NO TIENE OLAM HABA?
La fe de un Yehudí, se debe dar natural y sentir en el corazón que todo lo hizo Hashem y todo lo que nos da es para nuestro bien y todo lo que hace es bueno.[4]

Todas las religiones están enfermas:

Cuentan que en los tiempos de Rabí Yonatan Aishbitz, había gente dentro del gobierno, que estaban en contra de los Yehudim. Esta gente, quería demostrarle al rey, que los Yehudim son capaces de renegar y cambiar su religión por algo de dinero. Ellos sabían que no podían hacer la prueba con Rabí Yonatan Aishbitz, ya que era un gran Tzadik; pero pensaron que lo podían hacer con un cargador de mercancía pobre que vivía en la ciudad. El rey ordenó que traigan al pobre inmediatamente para convencerlo que cambie su religión
Llegó el pobre al castillo del rey, y los empleados del rey le dijeron que tenían un trabajo para él. El trabajo era ir todos los días a tocar la campana de la iglesia, para que los católicos lleguen a rezar a ahí. Por este trabajo, iba a ganar mucho dinero y a parte iba a tener mucho tiempo disponible. La única condición era, que se tenía que convertir al catolicismo.
El pobre pensó bien y les dijo que no podía aceptar esa propuesta. Ya que su padre le había enseñado algo importante en una ocasión y es lo siguiente: Si alguna persona te ofrece un burro por otro y a parte te ofrece dinero, no hagas el cambio; ya que seguramente, ésta persona que te quiere vender su burro, es porque su burro está enfermo o no le queda mucho tiempo de vida.
Les contestó el pobre a esta gente: Por cuanto que ustedes están dispuestos a pagar dinero para que yo cambie mi religión, es porque su religión está enferma y tiene muchos defectos. Pero nunca cambiaré mi religión (el judaísmo), ya que es perfecta y no tiene ningún problema.
El rey se dio cuenta de la fe de este pobre y lo despidió del castillo con mucho dinero.[5]

No hay como Hashem - ¿Quién es como Hashem?

Nosotros decimos al final de la Tefilá de Musaf de Shabat: “En Kelokenu…” – “No hay como Hashem” y luego decimos: “¿Mi Kelokenu…?” – “Quién es como Hashem”.
Pregunta el Jatam Sofer: ¿Por qué no está invertido el orden y primero preguntamos ¿Quién es como Hashem? Para luego contestar: No hay como Hashem.
Contesta el Jatam Sofer, que cualquier Yehudí es creyente en Hashem y antes de preguntar ¿Quien es como Hashem?, es lógico y natural que “No hay como Hashem”. Y hasta después ya podemos preguntar ¿Quien es como Hashem?[6]
Así mismo decimos todas las mañanas: “Hashem Melej, Hashem Maláj, Hashem Imloj Leolam Vaed” – “Hashem gobierna, Hashem gobernó, Hashem gobernará para siempre”. La pregunta es: ¿Por qué no seguimos el orden y decimos: “Hashem gobernó, gobierna y gobernará? Contestan los Jajamim, que no podemos pasar ni siquiera unos segundos diciendo que Hashem gobernó, ya que se entiende que hoy en día no gobierna; incluso que en 2 segundos dirá “Hashem gobierna”, no podemos ni mencionarlo, por eso decimos al principio: “Hashem gobierna”.

Cada segundo se cumple una Mitzvá:

Una de las 613 Mitzvot, es creer en la existencia en Hashem y creer que él supervisa en cada momento. Esta es una de las pocas Mitzvot que se pueden cumplir en cada momento y en cualquier lugar; y no necesita hacer algún acto para cumplirlo, sino únicamente con el pensamiento.
Sería muy buena costumbre decir lo siguiente y estará cumpliendo con esta Mitzvá: “Yo creo en ti Hashem, que existes y te encuentras enfrente de mí, que supervisas todo el mundo en cada detalle, y tú le pagas a toda persona que haga una Mitzvá ya sea sencilla o complicada.
Con este pensamiento, estará cumpliendo una Mitzvá y le estará dando gusto y deleite a Hashem, ya que sus hijos, confían en él y aceptamos lo que es.[7]

Hashem no tiene limitantes:

Dijo Rab Yehezkel Levinshtein: La persona que va caminando en la calle y ve a una persona sin una mano o sin un pie, y piensa que Hashem no es capaz de curarlo, o de mandarle una mano o un pie; tiene falta de Emuná, ya que está limitando a la capacidad de Hashem.

Adquirir la Emuná, es un gran trabajo:

Aunque ya mencionamos que el tener Emuná debe ser algo natural, todos debemos trabajar en adquirirla y nunca caer.
Toda la vida es una prueba de Emuná, y muchas veces tenemos pruebas duras las cuales debemos pasarlas y realmente sentir que todo lo que pasa en el mundo de porque Hashem así lo quiere y es bueno.
Vamos a contar una historia para entender cómo debemos de trabajar y cada vez reforzarnos más.
En una ocasión, llegó un alumno de Rab Shteinman, que no lo había visto por 50 años. Llegó a su misma casa que tenía desde hace más de 50 años y saludó al Rab. El Rab al principio no lo reconoció, hasta que le explicó quien era este hombre; y Rab Shteinman lo recordó.
Este alumno le dijo al Rab: Estoy sorprendido, 50 años que no he venido a su casa y sigue exactamente igual; las paredes siguen iguales, la mesa en su mismo lugar ¡no hay nada nuevo!
Le contestó el Rab: ¿Que me quieres decir? ¿Que las paredes tienen que cambiar? ¡La persona es la que tiene que cambiar!
Así debemos de pensar: uno no debe quedarse como está ahora. Debemos de hacer un cambio inmediato; y que mejor que mejorar en nuestra Emuná.[8]

El favor de Hashem es incluso en la oscuridad:

Una persona que fue secuestrada, contó su historia en el día de la Seudat Hodayá (Seudá de agradecimiento).
En la mañana del día del secuestro, estaba en el Bet Hakneset en la Tefilá de Shajrit. Se encontraba ahí un Jajam que vino a juntar Tzedaká para su Yeshibá.
Esta persona, decidió ayudar a este Jajam con una Tzedaká y el Jajam le regaló un libro de Torá que se escribió en su Yeshibá.
Esta persona lo abrió pero no entendió casi nada, ya que el libro trataba de temas difíciles y complicados de Guemará. Esta persona decidió poner el libro en su cajuela al salir del Bet Hakneset.
En el transcurso del día, lo secuestraron y lo encerraron en un cuarto. Los secuestradores, buscaron en el coche para ver qué podían robar. Vieron este libro y decidieron dárselo al hombre secuestrado, para que tenga en qué entretenerse.
Este hombre por supuesto que sintió que era un mensaje de Hashem y día con día trataba de entenderle al libro, hasta que en un día leyó algo que le cambió su mentalidad y su visión dentro del secuestro.
Contó este hombre que dentro del libro estaba mencionado el siguiente versículo:
“Leaguid Baboker Jasdeja, Beemunatejá Balelot” – “Proclamar por la mañana tus favores y con fe por las noches”.[9] Y la explicación que daba el libro era la siguiente:
Si dentro de un cuarto hay mesas y sillas, aunque la luz del cuarto se apague, y no se vea absolutamente nada dentro del cuarto, las mesas y sillas seguirán ahí. Igualmente pasa con el favor de Hashem: El favor de Hashem siempre existe, pero tal vez en la oscuridad no se ve cómo Hashem nos ayuda.
Este hombre se dijo a sí mismo: Hashem siempre está conmigo, incluso que ahora que es de noche y no lo veo, pero se que aquí está y está junto a mí. Después de leer esto, el Yehudí sintió un apoyo dentro de esa oscuridad tremenda que vivía.
Así debe vivir un Yehudí, con esta Emuná en Hashem, que aunque a veces no lo vemos, él siempre está junto a nosotros ayudándonos.[10]

Si yo estoy aquí, todo está aquí, si no está el yo aquí, ¿quién está?

Dice la Guemará, que Hilel Hazaken, el gran sabio y humilde, dijo lo siguiente: Si yo estoy aquí, todo está aquí, si no está el yo aquí, ¿quién está? Se entendería que es una frase muy presumida o con mucho ego, ya que él quiere decir que él es todo y si no está él, no hay nada en el mundo.
Pero esa no es la intención de Hilel; sino lo que él quiso decir fue lo siguiente:
Hilel habló directamente refiriéndose a Hashem: Si yo estoy aquí, todo está aquí. Es decir, si “Yo” refiriéndose a Hashem, está aquí, todo está aquí. Así como dice la Torá: “Yo soy D-os tu D-os”. Si ese “Yo”, que se Hashem lo tengo dentro de mí, todo está aquí, ya que tengo a lo máximo conmigo; y si no está ese “Yo” conmigo, ¿quién está? Es decir, nadie está y no hay nada.




[1] Rab Menajem De Kotzk.
[2] Guilión Mejudadim Bepija.

[3] Guilión Mejudadim Bepija Behalotejá No. 83.
[4] Mishel Aabot Perek 2 Mishná 6.
[5] Halijot Musar Jelek 1 hoja 60.
[6] Halijot Musar Jelek 1 hoja 60.
[7] Pele Yoetz Emuná.
[8][8] Mejudadim Bepija Metzorá No. 133.
[9] Tehilim 92, 3.
[10] Escuchado de Jorge Davidson.